domingo, 22 de marzo de 2009

ALGUNOS FIELES PREGUNTAN Y EL DIACONO RESPONDE

ALGUNOS FIELES PREGUNTAN Y EL DIACONO RESPONDE :

1.- Jorge es un jóven inquieto de una Parroquia en la cual di una charla hace algún tiempo. Me preguntó el mes pasado si podía reunirse conmigo para hacerme tres o cuatro preguntas. Nos vimos y me preguntó lo que seguidamente transcribo:
1.1.- Jorge. ¿ que piensas del Capital?
Le respondí: Que en economía el Capital es un valor necesario, ya que no conozco ningún sistema económico que pueda funcionar sin capitales. Pero es necesario que tengas presente que no es posible moralmente poner el capital al servicio del lucro.
Me parece que hay muchos que olvidan que la economía debe estar al servicio de las personas y no éstas al servicio de la economía.
Entonces Jorge no me dejó seguir hablando y me interrumpió preguntándome ¿ Pero entonces tener ganancias es algo ilícito? Debí aclararle que no, que tener ganancias no es en sí mismo algo negativo, pero llega a serlo cuando el que tiene el capital piensa sólo en las ganancias como un valor supremo. Mirá Jorge, si lees atentamente los Santos Evangelios no encontrarás que la riqueza o la ganancia esté condenada. Lo que sí se condena es el afán desmedido del TENER, del acumular bienes materiales, dinero, etc. sin importar la forma de hacerlo, si con eso se pisotea al prójimo, se le hace pasar mal, vivir en forma infrahumana, no se respetan sus derechos humanos . Entonces el que cree que el lucro es lo único importante, impide entender los valores del reino y por ende conseguir dichos valores.

1.2.- Dentro de lo que te pregunté antes Milton, quisiera saber que opinas de la famosa solidaridad social.
Le respondí: La dimensión social y la dimensión comunitaria de la justicia están emparentadas con la solidaridad. La Biblia nos presenta al Rey justo a aquél que defiende a sus súbditos, a los oprimidos, al que defiende al que no tiene nada, al huérfano, a la viuda, al desvalido.
En el Sínodo de 1971 se enseñaba claramente que la justicia es una “ dimensión constitutiva de la evangelización”.
El pobre es el objeto primario de la exigencia de la solidaridad. Los más necesitados, los desposeídos de bienes. Si uno piensa cual sería la comunidad ideal tiene que afirmar que la comunidad solidaria.
La solidaridad exige una actitud cordial hacia aquel con quien se es solidario, una actitud fraternal.
Entonces cada uno de los miembros de una comunidad tendríamos que sentirnos corresponsables de toda la comunidad, y ésta de cada uno de sus miembros.

1.3.- Jorge me preguntó luego ¿ porqué la Iglesia insiste tanto en la no despenalización del aborto cuando sólo tendría que exigirle a sus fieles que no lo hagan sin preocuparse de que hacen los no católicos?
Le respondo: Debes saber que la Iglesia por ser Sacramento de Cristo el Señor, fundada por EL, debe sentirse y así lo es, Madre y Maestra de toda la humanidad. Siempre, absolutamente siempre, la Iglesia defendió y defenderá la vida humana desde la fecundación hasta la muerte natural. Por tanto hay que defender la vida antes del nacimiento, cuando fue concebido el nuevo ser, cuando el espermatozoide fecundó al óvulo, durante el embarazo y después del nacimiento.
La Iglesia debe entonces velar porque toda la humanidad pueda cumplir el proyecto de Dios que, en ningún momento determina que ni la madre, ni el padre, ni autoridad humana alguna pueda disponer de la vida de un ser.
Ten presente Jorge que si una sociedad humana legalmente permite eliminar las vidas indefensas, como lo son las de un niño en el seno de su madre, es que está fallando terriblemente en su valoración de la vida humana, de la persona humana.

2.1.- Otro muchacho llamado Oscar, me comentó : “ Cuando yo era apenas un niño de 8 años y mi madre me mandaba a la catequesis para tomar la primera Comunión,en la Parroquia había un grupo de fieles que se llamaban Grupo de San Vicente de Paul. Ellos todos los meses les llevaban comida y ropa a los pobres. Eran criticados por otros porque decían que hacían “ asistencialismo” ¿ acaso, no es necesario hacerlo?
Le respondo: Asistir a los pobres es un primer paso, una especie de primer nivel para atender las necesidades más urgentes de alguien. Pero no hay que quedarse ahí, en una simple beneficencia, o en darles una limosna. Eso puede ser hasta denigrante para el que lo recibe si se convierte en algo sistemático, es decir costumbre.
Hay que tener presente lo que son derechos de las personas marginadas, los que no tienen trabajo, los que no poseen cultura, los que son pobres de solemnidad.
Por eso la Iglesia siempre enseñó, y la Obra de San Vicente de Paul también siempre tendió, aunque no siempre lo hubiera podido lograr, a que aquel que es asistido se convierta en protagonista de su propia ayuda.
Entonces no es cuestión de que encontremos personas sin trabajo, que no poseen dinero alguno y les demos un poco de dinero, una especie de limosna, que quizás y sin quizás no les alcance para satisfacer sus necesidades básicas mínimas. Nada impide que en el primer momento se les facilite ropa y/o comida o albergue, pero es necesario que se busque que haya una contrapartida laboral. Que cada uno de los asistidos se gane su propia asistencia.
Es preferible que se les asigne un ingreso mínimo que les alcance para vivir dignamente, pero que se les exija ganárselo. Para eso el Estado que es el primero que tiene tales obligaciones posee la capacidad de utilizar los campos, propiedades, maquinaria, etc. que posee para tales efectos, y si no le alcanzaran hasta seguir el mecanismo de la expropiación de tierras improductivas, etc.
Las comunidades eclesiales que prestan ayuda o asistencia a personas indigentes o carentes de ingresos, buscarán con creatividad la forma de emplearles en emprendimientos que los hagan crecer como persona y “ganar lo que reciben” puesto que es sabido que cuando a uno algo le cuesta lo valora, sinó hasta puede darle mal uso.

2.2- Oscar continuó preguntando ¿ que me puedes decir de los mentados derechos humanos?
Le respondo: Allá por el Siglo XVI se comenzó a hablar de los Derechos Humanos.- La base es la paternidad de Dios creador, los humanos todos iguales y fraternos entre sí. Iguales ante Dios.
Creo que fue en el año 1948 que la O.N.U. formuló unas 30 proposiciones sobre los Derechos Humanos.
Sin duda alguna que el primero que debe defenderlos es el Estado. La Iglesia, por lo menos que yo recuerde en este momento ha escrito en los últimos tiempos algunos documentos que hacen referencia a estos Derechos Humanos y te cito como ejemplo para que lo leas cuando te sea posible, la encíclica Pacem in Terris del Papa Juan XXIII y la Gaudium et Spes del Concilio Vaticano II.

2.3.- Oscar planteó una tercera pregunta ¿ Porqué la Iglesia siempre está contra la eutanasia, cuando hay tanta gente que sufre inútilmente?
Le respondo: La Iglesia siempre ha enseñado que no hay nadie , ni siquiera el enfermo por más terminal que sea que pueda disponer de la vida.
A todo enfermo hay que darle una asistencia solidaria, cercana, que lo ayude, que lo prepare para el encuentro con Dios, para enfrentar el momento de la muerte en forma digna y humana. Ahora bien, debes tener presente que también la Iglesia enseñó siempre que no es eutanasia dejar de emplear mecanismos extraordinarios para mantener la vida en forma vegetativa, ni tampoco proporcionarle al enfermo medicamentos o tratamientos para aliviarle sus dolores, aún sabiendo que eso pueda abreviarle en algo la vida del enfermo.
Vuelvo a repetirte algo que te dije en la pregunta anterior, la Iglesia es Madre y Maestra y nunca va a enseñar nada que colida con las enseñanzas del mismo Jesús dadas en los Santos Evangelios, ni que vaya en perjuicio directo de la persona humana. Siempre enseña con amor, pensando en el bien supremo de cada persona que existe en este mundo.

4.- Ahora la pregunta es una chica: Loreley y nos dice que tiene un chico que la pretende, pero que en principio todos los planteos que le hace son muy “ machistas”. Su consulta es ¿ si en el concepto cristiano la mujer debería siempre quedarse en su casa al cuidado de los hijos o si no hay oposición a que trabaje? ,ya que el joven que aspira a ser su novio dice que fue creada para la casa y no para el trabajo.-
Le respondo: Durante muchos siglos se consideró que el lugar de la mujer en la sociedad se reducía al de esposa y madre y el único trabajo viable era ocuparse de su casa y de los hijos. En la década del 1830 al 1840 en EE. UU y en Inglaterra nació un movimiento feminista como reacción a esa forma de pensamiento machista, y el principal objetivo fue lograr que las mujeres pudiera “ votar”. En cuanto a la Iglesia en la Encíclica “Pacem in Terris” reconoce como un signo de los tiempos, todo lo que se hace por la promoción de la mujer y la igualdad de oportunidades en lo social así como en lo eclesial. Y la Iglesia actualmente continúa en esa prédica.
Por otra parte, una realidad objetiva es que casi todos los matrimonios de este siglo se realizan entre hombres y mujeres que trabajan para poder mantener un status mínimo normal. Obviamente, cuando llegan los hijos es necesario que la mujer logre un sano equilibrio entre el tiempo dedicado a la labor en sociedad y la permanencia junto a éstos por el lapso que sea necesario en la vida de los chicos. Pero no sólo la madre tiene que estar presente, sino que compartirá el tiempo con el padre. No sólo la mujer debe ocuparse de las cosas de la casa, no se es menos hombre por cocinar, lavar, colgar ropa, limpiar la casa, o cambiar a los recién nacidos, llevarlos a la consulta médica, etc. Es preciso que los jóvenes cuando se ennovian hablen todas estas cosas. Nadie debe aprovecharse del otro, pero hoy día no ha lugar a “machismos” o “ feminismos”. Todos valemos por igual ante Dios, todos debemos ser co-rresponsables del hogar, de la formación de los hijos, de lograr lo necesario para un sustento razonable .
Por otra parte, la mujer tiene el mismo derecho que el hombre a realizarse como persona, como profesional si lo es, como trabajadora en aquello que es su vocación o lo que pudo lograr hacer. Ni uno ni otro tiene el derecho de exigir a su consorte anularse en sus aspiraciones para encerrarse en la casa y sólo hacer aquello que el “machismo” de otros siglos establecía.-

4.2.- Sigue preguntando Olga que es una señora compañera de Loreley en un grupo de Revisión de Vida. Nos dice ¿ Explicarías un poco que es eso de la objeción de conciencia?
Le respondo: es la negativa a la que uno tiene derecho a obedecer una orden cuando la conciencia impone la desobediencia.
La razón de la objeción de conciencia es que las normas humanas o las leyes creadas por los seres humanos son falibles y en algunos casos hasta son contrarias a la voluntad de Dios.

5.1 Ahora le toca el turno a Marcelo. Nos pregunta ¿ En la predicación de Jesús que implica el Reino de Dios?
Le respondo.- Un profundo cambio personal y social. Es el ideal de una sociedad que sea digna de los seres humanos que la forman donde finalmente se implante la fraternidad, la igualdad y la solidaridad entre todos los que integran dicha sociedad.
Sin duda que se trata de un “ mundo nuevo” que llegará a su plenitud más allá de nuestra historia, cuando Dios sea Dios en todos. ( Te conviene leer Mateo 25 te lo recomiendo).

6.1.- Jacinto nos pregunta porqué se habla tanto de compromiso del cristiano y en que consiste.
Le respondo. El término “ cristianos comprometidos con su realidad” se utiliza para señalar aquellos fieles por lo general en relación a los laicos y laicas que en su quehacer en la vida valoran la presencia suya en la sociedad y cuidan de vivir y enseñar a vivir a los demás las exigencias sociales de la Fe.
Es muy común en el plano del apostolado de los laicos, en su compromiso temporal decir que están comprometidos a cambiar las estructuras sociales en más humanas y más cristianas. Es el esfuerzo que realizan estos hombres, mujeres, muchachos y muchachas en lo social y político para unir la Fe con la Vida.
Aquel que es verdadero discípulo de Cristo, cristiano convencido y comprometido, trabaja en defensa de los derechos humanos, del logro de la paz, por el bien de los más necesitados y débiles, no sólo con su palabra, sino más bien con su acción.
El compromiso es con Jesús, con su causa, que es el Reino de Dios.
Por eso siempre se dice que hay que vigilar de no romper el binomio Fe-Vida. Si lo que hacemos en la realidad donde nos movemos no se compadece con nuestra Fe, estaremos dando un antitestimonio. De ahí la necesidad de profundizar en nuestra Fe, en las Enseñanzas del Magisterio de la Iglesia y vivir en consecuencia.

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