viernes, 22 de junio de 2007

EL PECADO

EL PECADO


Sin duda alguna el mal existe en el mundo, se manifiesta de diversas maneras, entre otras: los sufrimientos, las guerras, la injusticia, la miseria, la enfermedad, y tantas otras formas.

El Demonio existe, ciertamente es un ángel caído, un ángel que se apartó del amor de Dios.

Nosotros los seres humanos somos libres, seres totalmente libres ante Dios, decidimos nuestra historia, nuestro destino.

El pecado es hacer mal uso de nuestra libertad. Es no responder a nuestra vocación de hijos de Dios, es querer ser autosuficientes, bastarnos a nosotros mismos, prescindir de Dios, de su amor, de su gracia, de sus mandamientos, de todo cuanto nos ha sido dado como ayuda para nuestro camino ( valores enseñados por Jesús, etc.etc.).

El Demonio no tiene poder directo sobre nuestra voluntad. Si caemos en pecado es porque somos únicos y verdaderos autores del mismo. Lo único que puede hacer el demonio es sugerir, tentar, proponer cosas como deseables aún cuando sean deshonestas.

Dios no permite que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas.

Que el Infierno existe es Doctrina de Fe, y cuando caemos en pecado es porque renunciamos voluntariamente a la amistad con Dios y entonces nuestro acto sobrepasa la medida del tiempo y perdemos la posibilidad del ingreso al Reino de Dios.
No es que Dios nos condene, nos condenamos a nosotros mismos si pecamos gravemente, pues comprometemos libremente la eternidad.
Podríamos definir al infierno como un autor que leí hace tiempo “ es la conciencia intolerable del cielo perdido”.

Pero Dios nos ama tanto que nos busca para salvarnos. Nos ha dejado medios para la reconciliación ( el sacramento de la reconciliación o penitencia). Permanentemente nos está mocionando para nuestro arrepentimiento. En lo profundo de nosotros mismos sabemos lo que estamos haciendo cuando caemos , pero también sabemos, esperamos que la misericordia y la compasión, la ternura y el amor de Dios nos esté esperando con los brazos abiertos para perdonarnos si nos arrepentimos de verdad.

¡ Que grandioso es el amor, la misericordia, la ternura y compasión de Dios!

No hay comentarios: