lunes, 12 de enero de 2009

AMAR A DIOS

AMAR A DIOS

El amor a Dios es la primera exigencia humana y religiosa. Es la primera consecuencia de ser persona.

Esta exigencia es tan importante que es el tema del primero de los mandamientos de Dios, fuente de los demás.

Cristo nos amó. ¡ cuánto nos amó! El , sacerdote eterno, totalmente santo, sin defecto alguno, con un único sacrificio, el de la cruz, redimió a toda la humanidad.

Podríamos preguntarnos ¿ que hace la Iglesia? . A través de toda su historia aplica, para las personas, los frutos del sacrificio único de Jesús. En cada Eucaristía se repite el memorial del sacrificio de Cristo. Incruento, pero actualizado en el Hoy de la liturgia.

¿ Tenemos claro lo que es amar a Dios?

Amar a Dios no es tener pensamientos piadosos, o buenas intenciones. El amor a Dios se muestra en los hechos, en la vida.
No se trata de un afecto o atracción sentimental, radica más bien en decisiones.
Es tener la voluntad de hacer en nuestras vidas lo que Dios quiere. Y esto nos impulsa a hacer buenas obras, y algunas veces algún sacrificio personal. Imitar a Cristo.

Jesús fue muy claro: el que ama a Dios es aquel que cumple con la voluntad de Dios.


Todo no termina en el amor a Dios, sigue el segundo mandamiento que exige el amor a los semejantes.

Para Jesús no es posible separar el amor a Dios y el amor a las demás personas.

Del amor a Dios sacamos fuerzas para amar a las personas.

Nunca podremos amar a los demás como a nosotros mismos si no amamos muchísimo a Dios.

La prueba decisiva de nuestro amor a Dios, podríamos decir: la prueba en que seremos juzgados cuando nos llegue la hora de encontrarnos con El cara a cara, es si hemos cumplido la voluntad de Dios.

En la tarde de la vida te examinarán en el amor. Así reza un cartelito que se vende en muchos bazares y que están colgados en muchas casas de cristianos.

La voluntad de Dios es que amemos a los demás, no con palabras o sentimientos, sino con hechos, con solidaridad, con ayuda, con perdón, con justicia, con compasión, con misericordia.

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