lunes, 2 de noviembre de 2009

NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED

Entre la multiplicidad de advocaciones de la Santísima Vírgen María está la de NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED.

Así se le venera en muchos lugares tales como Aragón, Cataluña, varios lugares de España, y en América Latina.

En Montevideo, Capital de la República Oriental del Uruguay en la Parroquia que lleva su nombre yla tiene como patrona principal NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED Y SAN JUDAS TADEO ubicada en la calle Juan J. de Amézaga entre Martín C. Martínez y Defensa.


Bajo la advocación de LA MERCED nació la Orden de los Padres Mercedarios , religiosos que tenían como misión específica rescatar los cautivos cristianos en pode de los musulmanes.

Los símbolos de las imágenes de la Merced recuerdan su función liberadora: cadenas rotas, grilletes abiertos, brazos y manos extendidas ofreciendo libertad, etc.

La tradición piadosa cuenta que la Virgen se apareció ante el Rey Jaime I de Aragón, a San Raimundo de Peñafort y a San Pedro Nolasco, pidiéndoles que instituyeran una Orden que tuviera por finalidad libertad a los cristianos que habían caído en poder de los musulmanes.

Fue el Papa Inocencio XII que extendió la festividad de La Merced a toda la cristiandad en el siglo XVII .

¡ Que hermoso es participar de las celebraciones del 24 de setiembre en los templos dedicados a la Vírgen de la Merced!


En la actualidad la orden mercedaria - donde aún está presente- procura en forma primaria librar a los cristianos de las cadenas del pecado, que resultan ser más fuertes y más duras que las de la peor de las prisiones.

En Montevideo, en la Parroquia que lleva su nombre, en la novena previa y en el día de la fiesta se tienen muy presentes a los hombres, mujeres y niños que sufren todo tipo de marginación, en especial a los más necesitados de comida,vestimenta, atención médica y espiritual, ser acompañados, escuchados, ayudados de toda forma posible. En los días previos y en el propio se visitan enfermos, se administra la Unción de los Enfermos, se hace una cadena de oración desde tempranas horas de la mañana hasta la Eucaristía central.


Si bien Jesucristo padeció su pasión siglos ha , y hoy no experimenta sufrimiento físico ni dolor, ni llanto en el cielo donde habita en la luz inaccesible de Dios gozando en la Trinidad Santa el gozo eterno y la felicidad eterna e infinita, puede afirmarse que Dios llora en la tierra y sigue padeciendo su pasión en cada hombre, cada mujer, cada niño(a) que sufre en su persona por la marginación, la exclusión, el hambre, la falta de vivienda, el desempleo, el padecimiento de situaciones de vida inhumanas, y tantas formas de sufrimiento y dolor, sin por cierto ignorar el dolor físico y sicológico. " Lo que hayan hecho a alguno de mis pequeñuelos a mi me lo han hecho"

expresión clara de Jesús, de que como se trate al prójimo a ÉL ( Cristo) se está tratando.

Jesús sufre en cada afligido, en cada persona que llora en nuestro tiempo. La pasión de Cristo continúa en nuestros días.

Podríamos afirmar que vemos pasar a Cristo con su cruz a cuestas, cada vez que vemos a un ser humano sufrir por cualquiera de las causas antes expuestas o tantas otras existentes.

Nosotros ¿ somos indiferentes a ese sufrimiento? ¿ somos simples espectadores?

María de la Merced nos ofrece, y es suficiente con aceptarla , la merced, la gracia, de tener un corazón misericordioso, compasivo, tierno, para con quien sufra por cualquier motivo, para todo aquel que esté necesitado. ¿ Nos animamos a dar el SI como María aceptó el proyecto de Dios aún cuando no entendía demasiado como habría de sucederse?.

Invito a todos los lectore de este blogger a acercarse a la Madre de Jesús, a aquella mujer que el mismo Cristo nos regaló como Madre espiritual para cada uno de nosotros. Esa Madre que es para cada persona de la tierra, abogada, intercesora, para obtener para quien lo necesite y para quien se lo pida con Fe, la merced, la gracia, de ponernos en sintonía con su Hijo Jesús, de mover el corazón de amigos, parientes, compañeros nuestros que están alejados de Jesucristo y acercarlos a EL que es el Camino, la Verdad y la Vida.

Animémonos hermanos y hermanas a pedirle a María de la Merced por cualquiera sea la necesidad que tengamos en lo personal, familiar, laboral, social, eclesial, lo que fuere, que ella como Madre buena vendrá en nuestra ayuda nos fortalecerá y aliviará de cualquier yugo y generosa y amorosamente nos colmará con sus mercedes.


Somos todos hijos de un mismo Dios, hermanos en Cristo ( palabra, verbo de Dios hecho carne, hecho uno de nosotros en el cuerpo de María Santísima por obra y gracia del Espíritu Santo), no tengamos ni miedos ni escrúpulos ni reparos de ninguna índole para hablar con nuestra Madre del Cielo, con la Madre de Jesucristo, que él nos la regaló como nuestra para que nos cuidara, para que con afecto materno atendiera las necesidades de los hermanos y hermanas de su Hijo único Jesús, para extender su manto protector y sus manos amorosas de madre solícita ante cualquiera de sus hijos(as) que estén en peligros, en ansiedad, para ayudarles a romper las cadenas de cualquier tipo de opresión y alcanzar la libertad plena del cuerpo y del espíritu.

¡ Manos benditas de madre, María de la Merced! ,llenas siempre de gracias y de dones, de mercedes, para derramarlas con amor maternal sobre los hijos e hijas que desde la Tierra aspira

mos un día vivir en la plenitud de amor con JESUS, cuando hayamos superado toda dificultad y encaminados en el camino que lleva a Dios, sorteados los contratiempos de vientos y tormentas que puedan presentarse en el andar terrenal.

María Santísima espera que la invoquemos, nos busca como la madre que busca a sus pequeños, persevera admirablemente en el misterio del Hijo amado, Jesucristo, y está , se hace presente dondequiera estén los seres humanos , hermanos de Cristo, hijos suyos por adopción .

Invoquemos con confianza fialial a la madre del Cielo a María , pidámosle la merced de vivir siempre en estado de gracia, en comunión de amor con Jesucristo y con todos los seres humanos.

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